El Ayuntamiento de Tudela (Navarra) ha concedido 12.922,09 euros para el proyecto «Acceso a agua potable a dos escuelas y comunidades rurales en el distrito de Karene, Sierra Leona, mediante la construcción de dos pozos».
El proyecto consiste en la construcción y puesta en marcha de dos pozos de agua potable en las escuelas primarias de las poblaciones de Rochain y Bamoi. Esta intervención beneficiará a los estudiantes y sus profesores, pero también a todas las personas de las dos comunidades rurales, que podrán acceder al pozo para coger agua siempre que lo necesiten.
Ambos pozos evitarán que los niños y sus familias tengan que recorrer muchos kilómetros en busca de agua o que consuman agua contaminada de ríos o zonas estancadas, con el consiguiente peligro de contraer enfermedades graves.
Uso de agua potable
Asimismo, ARCORES llevará a cabo actividades formativas y de sensibilización en las comunidades sobre el uso adecuado del agua potable, prácticas higiénicas y el mantenimiento pertinente de los pozos. El programa ha sido solicitado por las autoridades locales, los colegios y las comunidades rurales beneficiarias.
En la escuela de Rochain estudian 410 alumnos y trabajan cinco profesores, mientras que la de Bamoi tiene 502 estudiantes y seis maestros. Entre las dos comunidades cuentan con unos 10.000 vecinos.
El acceso al agua potable en muchas de las aldeas de Sierra Leona es inexistente. La falta de higiene personal y el uso de aguas contaminadas en ríos, a veces muy alejados de las aldeas, tienen como consecuencia la multiplicación de la mortalidad infantil, de las enfermedades gastrointestinales y dermatológicas y las complicaciones por infecciones tras sufrir heridas o cortes.
Enfermedades
Cruzando un río en Sierra Leona
Las enfermedades provocadas por consumir agua contaminada, tales como la cólera o la diarrea, están muy extendidas, siendo una de las causas principales de la muerte en niños menores de 5 años.
Normalmente se recoge el agua en la misma zona del río por donde cruzan personas y animales y donde los locales se bañan o lavan la ropa. Incluso se usa ese mismo lugar para las deposiciones, puesto que en las infraviviendas no existe baño.
Sin potabilidad
El régimen hídrico no ayuda a todos estos problemas. De mayo a octubre, las lluvias son torrenciales y constantes, mientras que de noviembre a abril no cae ni una gota. Con frecuencia, las aguas son muy turbias y con barro en tiempo de lluvias, o están estancadas en tiempo seco, eliminando potabilidad.
Por último, las zonas de acceso al agua suelen ser húmedas y de mucha vegetación baja, aumentando las posibilidades de recibir picaduras de insectos o de reptiles.
Escaso acceso al agua
Según el estudio «Sierra Leone Clean Water Access 2000-2023», de Macrotends, solo el 10% de la población del país tiene acceso al agua potable libre de contaminación.
Mujeres en Sierra Leona
Generalmente, son las mujeres y sus hijos pequeños, especialmente las niñas, los que deben ir a buscar agua. Incluso para las señoras que están más cerca de los puntos de agua, esta tarea puede llevar hasta cuatro horas, debido a la gran demanda y a las largas colas que se forman. A veces, las mujeres no vuelven de buscar agua hasta la medianoche, cuando es peligroso por la presencia de animales salvajes.
Esta labor se añade, además, a toda la carga de trabajo en sus hogares y las aparta de otras actividades que son necesarias para ganarse la vida y sacar adelante a su familia.
Por su parte, los niños, y especialmente las niñas, sacrifican su tiempo de estudio para ayudar a sus madres a recoger agua. A menudo pierden las primeras clases del día, o llegan a abandonar la escuela.
La Comunidad de Madrid apoya, con 100.000 euros, el proyecto «Garantizando el acceso a la educación a niñas y niños indígenas altamente vulnerables y la seguridad alimentaria de sus familias en el departamento de Totonicapán, Guatemala».
Este programa garantiza el acceso a una educación inclusiva, equitativa y de calidad a 200 niñas y niños indígenas de la etnia maya kiché entre 5 y 15 años. Estos alumnos pertenecen a familias en situación de extrema pobreza y alta vulnerabilidad que viven en 35 comunidades del departamento de Totonicapán.
Estos menores indígenas reciben, por primera vez, ayudas para su escolarización. Las becas serán destinadas al pago de matrículas, la compra de uniformes, material escolar y ropa de deporte y a gastos imprevistos.
Invernaderos y gallineros
Asimismo, se promoverá la seguridad alimentaria de los menores y sus familias, ya que ésta es de gran importancia para conseguir un óptimo rendimiento escolar. Para ello, se promoverán actividades agropecuarias con la implementación de invernaderos comunitarios para el cultivo de tomates.
Además, se construirán gallineros comunitarios para la crianza de gallinas ponedoras. En cada invernadero y en cada gallinero colaborarán diez familias. Técnicos de la Universidad de San Carlos de Guatemala formarán a los beneficiarios en agricultura sostenible y producción avícola.
En Guatemala, uno de cada dos niños sufre desnutrición crónica. Es el primer lugar en Hispanoamérica y el sexto en el mundo en cuanto a desnutrición infantil.
La Diputación de Zaragoza ha concedido 25.000 euros a ARCORES España para el proyecto de «mejora en la calidad de la educación primaria de niñas y niños en la escuela rural de Madina Fullah, Sierra Leona».
El programa consiste en la construcción de una nueva infraestructura para educación primaria en Madina Fullah, con el fin de acoger a las niñas y niños de la aldea. Actualmente existe un edificio muy antiguo que se encuentra en condiciones muy precarias.
Apoyo institucional
El proyecto ha sido solicitado por la comunidad beneficiaria y el profesorado, y cuenta con el apoyo del Gobierno, autoridades locales y la Diócesis de Makeni.
Con la construcción de este nuevo inmueble, 300 niñas y niños entre los 6 y los 12 años se verán beneficiados. Los cinco profesores actuales también se beneficiarán. En la escuela se ofertan las mismas plazas para chicas que para chicos, trabajando por la igualdad de género.
La nueva infraestructura, de 260 metros cuadrados, contará con seis aulas y una galería techada. Cada aula nueva acogerá a un curso de primaria desde primero a sexto.
El Ayuntamiento de Valladolid ha otorgado 14.800 euros para el proyecto «Unidos con Venezuela: apoyo a niñas y adolescentes vulnerables en cuatro Casas Hogar (Venezuela)»
El programa tiene como fin garantizar los derechos humanos fundamentales de acceso a la alimentación, la salud y la educación y la protección a 94 niñas y chicas adolescentes en estado de extrema pobreza y vulnerabilidad, en cuatro Casas Hogar de las Hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, en Venezuela. Así, ARCORES España da respuesta a la profunda y prolongada crisis que sufre el país desde 2014.
Casas Hogar
Durante la duración del proyecto (diez meses), se apoyará a 19 niñas en la Casa Hogar Inmaculada Concepción, en Maracay, 24 en el centro Nuestra Señora de Coromoto, en Coro, 31 en la Casa Hogar Dr. Gualdón, en Barquisimeto, y 20 en la institución Carmela Valera, en Maracaibo.
En estos centros, once religiosas se encargan de la compra de los alimentos y útiles escolares, así como de la atención médica de las acogidas. Mientras, las adolescentes participan en la cocina y las niñas más pequeñas distribuyen las comidas y limpian los utensilios.
Pobreza y violencia
Estas niñas y jóvenes, con edades comprendidas entre 5 y 19 años, vienen de familias pobres que no cuentan con los recursos suficientes para garantizarles una adecuada alimentación, educación y cuidado de su salud. Además, algunas de ellas han sufrido abandono y maltrato físico y psicológico. Incluso hay niñas que han sido víctimas de abuso sexual, motivo por el cual el Consejo de Protección al Menor las ha separado de sus familiares y las ha enviado a las Casas Hogar de las Hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús para su atención.
El programa “Unidos por Venezuela”, desde que se inició en 2017, ha producido un impacto relevante en distintos ámbitos. Por ejemplo, está atendiendo a casi 6.000 personas por mes en todo el país en sus necesidades básicas de alimentación, siendo el 40% niños. También atiende a 234 niños y niñas en el ámbito educativo y a 1.000 personas en el sanitario.