En el marco del Año Jubilar 2025 y en preparación para la IV Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo de la ONU, se celebró en Sevilla la jornada “¿Deuda o Desarrollo? Financiación para el Desarrollo y Doctrina Social de la Iglesia”, organizada por el Departamento de Ecología Integral de la Conferencia Episcopal Española, la Archidiócesis de Sevilla y la Universidad Loyola.
Este evento, que contó con la participación de más de 250 personas tanto de forma presencial como online, reunió a expertos de renombre nacional e internacional para reflexionar sobre la urgencia de una justicia económica global, inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia.
El Problema de la Deuda: Una Barrera para el Desarrollo
Durante la jornada, se destacó que el problema de la deuda alcanza dimensiones alarmantes a nivel global. Más de la mitad de los países menos desarrollados enfrentan un sobreendeudamiento que asciende a 9 billones de dólares, y la carga del servicio de la deuda ha aumentado un 50% en la última década.
Actualmente, 3.300 millones de personas viven en países que destinan más recursos al pago de intereses de la deuda que a garantizar derechos básicos como la salud o la educación. A esto se suma la deuda ecológica, que agrava las desigualdades y pone en riesgo el bienestar de las generaciones futuras.
En este contexto, la jornada hizo un llamado a replantear los mecanismos de la deuda para que no se conviertan en un instrumento de opresión, recordando la tradición del Jubileo, que promueve la justicia y el bien común.
La Declaración Final del evento, a modo de manifiesto, subrayó la necesidad de un cambio estructural en la economía global, que devuelva a la economía su función social originaria y garantice el acceso a una vida digna para todos.
Propuestas Clave para una Economía Justa
Entre las propuestas destacadas en la jornada, se encuentran:
- Cancelación o reestructuración de la deuda para liberar a los países más vulnerables del sobreendeudamiento.
- Canjes de deuda (debt swaps) por inversiones en salud, educación, seguridad alimentaria y medioambiente.
- Mayor regulación y transparencia en el endeudamiento internacional, evitando condiciones perjudiciales para los países deudores.
- Creación de sistemas justos de financiación climática, que reconozcan la deuda ecológica de los países desarrollados.
- Un marco multilateral inclusivo y equitativo, donde todas las partes involucradas en las crisis del endeudamiento tengan voz y representación.
- Una economía centrada en la persona humana, inspirada en la justicia y la solidaridad, que promueva el bien común y el respeto a la naturaleza.
La participación de ARCORES en esta jornada refuerza su compromiso con la justicia social y el desarrollo integral de las comunidades más vulnerables. A través de sus proyectos en áreas como la educación, la salud, la seguridad alimentaria y el cuidado del medio ambiente, ARCORES trabaja para promover un desarrollo sostenible y equitativo, alineado con los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.
En palabras de la Declaración Final de la jornada: “La paz no puede existir sin justicia social, y la justicia social exige una transformación profunda de las estructuras económicas que perpetúan la pobreza y la desigualdad”.
ARCORES, como parte de esta red global de solidaridad, sigue trabajando para que este Jubileo sea un tiempo de gracia, justicia y esperanza para todos, especialmente para los niños, niñas y jóvenes de los países más empobrecidos.
Para más información sobre los proyectos de ARCORES y cómo colaborar, visita www.arcores.org
https://www.enlazateporlajusticia.org/l/mecanismos-de-la-deuda-no-sean-un-instrumento-de-opresion/