Vuelve el apoyo escolar en Valladolid

/ / Actualidad
Voluntarios de apoyo escolar en Valladolid

Los chicos y chicas de ARCORES en la Delegación de Valladolid han comenzado su voluntariado local de apoyo escolar por tercer año consecutivo. En total, son 15 voluntarios y voluntarias de Bachillerato del colegio San Agustín.

Estos jóvenes colaboran, mano a mano, con la Red Íncola «para reforzar en sus tareas escolares a los niños y niñas inmigrantes que necesitan un empujoncito en sus  estudios», explica Fernando Martín OAR, delegado de ARCORES en Valladolid.

La educación es clave

Los voluntarios se comprometen un día en semana, de 5 a 7 de la tarde. Un grupo de ellos acuden los viernes para enseñar a las familias inmigrantes, porque «la educación es la clave», resalta Martín.

Los jóvenes voluntarios reciben tres formaciones básicas: qué es ARCORES, principios y normas básicas de trabajo en el apoyo escolar y creación de entornos seguros a través de formación en protección del menor. Este proceso corre a cargo de la delegación ARCORES de Valladolid.

Formación

El segundo proceso es el de la selección de los niños inmigrantes. De esto se encarga Red Íncola. Los trabajadores sociales se ponen en contacto con los orientadores de los colegios donde van las familias que atienden. Si necesitan refuerzo, se les deriva al programa de apoyo escolar.

Desde el centro escolar, se informa de las necesidades educativas que tienen para trabajar con los voluntarios.

Refuerzo escolar…

El último proceso es el trabajo diario en el apoyo. Todos los niños tienen que traer en la agenda las tareas o exámenes que tienen. Muchas veces son los propios profesores los que informan al programa.

Durante hora y media, los estudiantes trabajan en sus tareas con el apoyo del voluntariado. En caso de que se acabe antes, la coordinadora del apoyo escolar tiene fichas de trabajo específicas para cada niño y el voluntario encargado las realiza con ellos. Otras veces se trabaja la lectura y comprensión.

… y juegos

La última media hora se realizan juegos lúdicos educativos para aprender de otra forma y trabajar también las habilidades personales y sociales.

Fernando Martín explica: “Los voluntarios están muy satisfechos con la labor que realizan. Cuesta motivar e inculcar la responsabilidad en labores solidarias a los jóvenes, pero aquí hay un alto grado de fidelidad y compromiso. Lo que más llama la atención es que algunos han decidido o variado sus preferencias universitarias a partir de esta labor».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.