El proyecto «Viviendas de Amor» beneficiará a 17 familias encabezadas mayoritariamente por mujeres en situación de extrema pobreza en Totonicapán
La Junta de Castilla-La Mancha ha concedido una subvención de 66.000 euros a ARCORES España para el proyecto «Viviendas de Amor: Promoción de la salud de las familias indígenas en Totonicapán, Guatemala, mediante la mejora de las condiciones básicas de habitabilidad», que se ejecutará durante 24 meses en 2025 y 2026.
Esta importante inversión permitirá mejorar las condiciones de vida de 92 personas —17 familias indígenas maya k’iche’— que actualmente viven en viviendas precarias con graves problemas de salubridad. De las 17 familias beneficiarias, 16 están encabezadas por mujeres: 7 abandonadas por sus maridos, 5 viudas y 4 en situación de extrema vulnerabilidad.
Un problema de salud pública que requiere acción urgente
En Totonicapán, uno de los departamentos más pobres de Guatemala, el 73% de la población vive en condiciones de pobreza y el 58% de las viviendas tienen piso de tierra, lo que genera graves problemas de insalubridad. Las familias más vulnerables habitan en casas construidas con adobe deteriorado, láminas oxidadas y sin condiciones mínimas de habitabilidad, expuestas a las bajas temperaturas, la humedad y las inundaciones características de la región.
Esta precariedad habitacional tiene un impacto directo en la salud de las familias, especialmente en niños, niñas y personas mayores, provocando enfermedades respiratorias, infecciones y otros problemas de salud prevenibles.
El proyecto contempla una intervención integral que va más allá de la construcción. Las principales mejoras incluyen: revestimiento de paredes en las 17 viviendas, colocación de piso de cemento, refuerzo de techos con láminas metálicas, instalación de válvulas en baños, construcción de letrinas, colocación de lavaderos, cocinas mejoradas con ventilación adecuada y chimeneas, e instalación de red eléctrica donde sea necesario.
Todas las viviendas son propiedad de las familias beneficiarias, quienes se han comprometido a cuidar y mantener en buen estado las mejoras realizadas. Además, las familias aportarán mano de obra durante el proceso de rehabilitación, garantizando así su apropiación del proyecto.
Paralelamente a las obras, se llevarán a cabo formaciones en higiene personal y del hogar, prácticas alimentarias saludables, manejo adecuado de residuos, uso responsable del agua y prácticas sostenibles de construcción. Estas capacitaciones, impartidas por agentes de salud locales y el equipo del proyecto, buscan generar cambios de hábitos duraderos que mejoren la calidad de vida de las familias a largo plazo.
Una alianza consolidada entre Castilla-La Mancha y Guatemala
El proyecto será ejecutado por ARCORES España en colaboración con su contraparte local, los Agustinos Recoletos de Guatemala, una organización con presencia ininterrumpida en Totonicapán desde 1958 y una relación de cooperación con ARCORES que se remonta a 1992.
Esta no es la primera vez que la Junta de Castilla-La Mancha apoya el trabajo de ARCORES en Guatemala. Actualmente, la organización ejecuta otro proyecto en la misma región centrado en el empoderamiento económico de mujeres indígenas, también financiado por la administración castellano-manchega. Esta complementariedad de intervenciones —habitabilidad, salud, educación y empoderamiento económico— permite un abordaje integral del desarrollo en una de las zonas más vulnerables de Guatemala.
Compromiso con la igualdad de género y los derechos humanos
El proyecto tiene un marcado enfoque de género, reconociendo que las mujeres indígenas de Totonicapán enfrentan una doble discriminación por su condición de género y su pertenencia étnica. Al priorizar a hogares encabezados por mujeres en situación de vulnerabilidad, la intervención busca reducir las desigualdades estructurales y promover el empoderamiento de las mujeres como agentes de cambio en sus comunidades.
Además, el proyecto contribuye directamente al cumplimiento de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, especialmente el ODS 1 (Fin de la Pobreza), ODS 3 (Salud y Bienestar), ODS 5 (Igualdad de Género) y ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles).
Más allá de las mejoras físicas en las viviendas, el proyecto busca generar un impacto transformador en la comunidad. Al mejorar las condiciones de habitabilidad, se reduce la incidencia de enfermedades, se previene la migración forzada, se mejora el rendimiento escolar de los niños y niñas, y se fortalece la dignidad y autoestima de las familias.
El apoyo de la Junta de Castilla-La Mancha a este proyecto demuestra el compromiso de la región con la cooperación internacional y la solidaridad con los pueblos más vulnerables, construyendo puentes de esperanza entre Castilla-La Mancha y Guatemala.




