DSC06934

El Ayuntamiento de Aldaia (Valencia) ha colaborado con el programa «Unidos con Venezuela» que lleva a cabo ARCORES en el país. El consistorio valenciano concedió 18.688,44 euros de ayuda pública para las 30 obras sociales del programa, que abarcan educación, alimentación y asistencia médica en 15 ciudades distintas del país.

El deterioro de la situación alimentaria, nutricional y de salud en Venezuela se viene profundizando desde el año 2014 cuando los indicadores de alimentación, nutrición y salud han exhibido cifras nunca antes vistas en Venezuela, con el surgimiento de fenómenos que expresan situaciones extremas de inseguridad alimentaria y hambre en toda la población, en especial en los grupos vulnerables. Por este motivo, la familia agustino recoleta se unió en 2016 para crear el programa de emergencia «Unidos con Venezuela», que pretendía unir fuerzas para atender las enormes carencias de la población venezolana.

Desde entonces, ARCORES Venezuela, con el apoyo entre otros de ARCORES España, ha ampliado su labor social en el país, aumentando el número de obras sociales gracias a la colaboración económica del exterior y el compromiso de toda la familia agustino recoleta. La ayuda económica del Ayuntamiento de Aldaia refuerza el plan de ayuda en Venezuela.

La subvención concedida ha sido destinada a la compra de comida, elaboración de la comida en las «ollas solidarias», reparto de la comida a la población, realización de consultas médicas por parte de los médicos, compra y distribución de medicinas, y adquisición y reparo de material escolar. Todo ello se ha llevado a cabo en San Felipe (estado Yaracuy), La Victoria (estado Aragua), El Limón (estado Aragua), Los Teques (estado Miranda), Maracaibo (estado Zulia), Barquisimeto (estado Lara), Maracay (estado Aragua), Coro (estado Falcón), La Pastora (Distrito Capital), Comunidades Atapirire, Múcura y Boca del Pao (estado Anzoátegui), Tamare (estado Zulia), Las Mercedes (Distrito Capital), Palmira (estado Táchira), Bello Monte (Distrito Capital) y Ciudad Ojeda (estado Zulia).

Asimismo, como parte del proyecto, se llevará a cabo próximamente una actividad de sensibilización en Aldaia sobre el proyecto de ARCORES, dirigida a todo tipo de público y en colaboración con el Ayuntamiento.

0353efc9 98ac 4110 bc1a b59c3337af40

El Prior general de la Orden de Agustinos Recoletos, Miguel Miró, inauguró este viernes las dos nuevas escuelas de los Agustinos Recoletos en Kathanta y Kamabai (Sierra Leona), ambas financiadas por ARCORES y el Ayuntamiento de Tudela (España). Coincidiendo con su visita al país, Miró bendijo las dos escuelas que hacen realidad el sueño de miles de niños que podrán recibir educación.

En primer lugar, el Prior general, acompañado del obispo de Makeni, Mons. Natale Paganelli, bendijo la Senior Secondary School St. Thomas de Vilanova de Kamabai, el primer colegio de educación secundaria en la región. La nueva escuela ha comenzado su labor educativa con 41 niños de Kamabai y alrededores, aunque cada día llegan nuevos niños para recibir educación. El centro educativo tiene una extensión de 480 metros cuadrados y cuenta con 12 profesores.

La construcción de la escuela secundaria de Kamabai ha sido urgente, ya que los niños de la región debían irse muy lejos para recibir la educación. El colegio, construido con la ayuda del Ayuntamiento de Tudela y la Diócesis de Makeni, dará las misma oportunidades a chicos y chicas.

El Prior general bendijo posteriormente la nueva escuela de los Agustinos Recoletos en Kathanta, realizada también con el apoyo de ARCORES y el Ayuntamiento de Tudela. La Primary School de Kathanta lleva ya trabajando más de un año, aunque ha sido bendecida aprovechando la visita del Prior general a Sierra Leona. Más de 250 niños de Kathanta y las aldeas de Kamanakay, Kamakubun, Kamaluyea, Kawereh, Kapethe, Kamadain y Kadagbanah reciben educación primaria desde hace un año en una instalaciones de calidad y adecuadas a una enseñanza digna.

Proteger la infancia de los menores

Captura de pantalla 2019 11 20 a las 9.23.22

En el día internacional de los Derechos de los niños, recordamos la labor que realiza ARCORES España por la protección de la infancia.

ARCORES España, siguiendo las directrices de la Red Solidaria Internacional Agustino Recoleta ARCORES, tiene entre sus prioridades su compromiso con la infancia y la educación de los menores. Los derechos de los niños deben ser siempre protegidos, logrando una cultura de buen trato. En colaboración con la Red Educativa Internacional Agustino Recoleta EDUCAR,  ARCORES puso en marcha hace casi un año el Plan de Protección del Menor, implantado en los diez centros educativos agustinos recoletos de España. El fin de este ambicioso plan es crear en sus centros espacios seguros.

El objetivo del Plan de Protección del Menor es implantar la cultura del buen trato en la comunidad educativa. De esta forma, se busca incrementar la concienciación en los alumnos, las familias y el personal de los centros para que sean capaces todos de prevenir de forma efectiva los posibles casos de maltrato o abuso en las aulas o fuera de ellas.

Se trata de un proyecto sistematizado; un proceso que incluye formación y educación en el buen trato. Para ello, se trabaja en red entre ARCORES, EDUCAR y todos los centros educativos, así como con otras organizaciones como el Centro de Protección de Menores de la Universidad Pontificia Gregoriana, que se encarga de la formación.

El proyecto se dirige a toda la comunidad educativa: alumnos, familias y personal del centro. Aproximadamente 9.000 alumnos, 6.000 familias y 500 docentes y no docentes, reciben formación sobre protección y derechos de menores.

Asimismo, esta iniciativa incluye la creación de estructuras, identificación de riesgos y protocolos de protección en el entorno escolar. En todos los centros educativos se creará una comisión de protección del menor que estará formada por un coordinador y representantes de alumnos, padres y personal del centro.

Es un plan que pretende ante todo proteger los derechos de la infancia, otorgándoles herramientas para su cuidado y mostrándoles que derechos que deben ser respetados.

f3cec84c 670d 4a59 bdbc af0afcf2964e

Los voluntarios que realizaron durante los meses de julio y agosto su experiencia de voluntariado internacional misionero con ARCORES España hicieron el pasado sábado la última de las fases del proceso formativo: la evaluación. Los seis voluntarios que fueron a Filipinas, cuatro del grupo de Colombia y la voluntaria que viajó a República Dominicana se reunieron con representantes del equipo de voluntariado de ARCORES España para analizar lo vivido y establecer posibles puntos de mejora.

La evaluación, que se llevó a cabo en Granada, supone la última etapa del proceso de formación de los voluntarios. De esta forma, se completó la experiencia de voluntariado con todos los participantes. Todos ellos dialogaron juntos sobre la experiencia vivida e identificaron aspectos a mejorar en cuanto a la formación, a las actividades que se realizan y a la vida de grupo. Asimismo, cada voluntario expresó su compromiso con la solidaridad y el servicio a los pobres en el futuro.

Todos los voluntarios presentes coincidieron en su agradecimiento a las comunidades de acogida que, según indicaron, han sido un elemento esencial en el éxito de su voluntariado.

Ha sido el primer año que se ha llevado a cabo el proceso formativo de voluntariado al completo, desde los encuentros previos de formación hasta el envío misionero y la evaluación. ARCORES España seguirá mejorando este proceso en los próximos años, de tal forma que el voluntariado sea vivido de forma integral.

20190426090446

ARCORES España ha concluido su trabajo por el desarrollo humano en el municipio de Tapauá (Brasil), con el apoyo del Ayuntamiento de Valladolid. Desde principios de 2019, las comunidades urbanas, ribereñas e indígenas del río Purús -en el Amazonas- han recibido formación sobre sus derechos, de forma que sean capaces de defender sus territorios y de avanzar hacia sociedades justas.

Dentro del proyecto Microacciones de apoyo al desarrollo humano en las comunidades urbanas, ribereñas e indígenas del río Purús, municipio de Tapauá, Amazonas, se han realizado dos cursos en la ciudad de Tapauá para los líderes de las comunidades, urbanas, ribereñas e indígenas: ‘Derechos, participación política y ciudadanía’, y ‘Regularización de las tierras resolución de conflictos y extractivismo controlado, no invasivo y sostenible’.

La ejecución del proyecto, cofinanciado por el Ayuntamiento de Valladolid, ha contribuido a fortalecer la formación, información y el desarrollo de habilidades de 65 líderes de las comunidades más pobres del municipio de Tapauá, permitiéndoles luchar por la defensa de sus derechos (salud, educación, vivienda, patrimonio de tierras, cultura, costumbres, etc.) y de la realización de un extractivismo sostenible de la selva amazónica.

Para el desarrollo de ambos cursos ha sido necesaria la utilización de una lancha de gasolina con la que se informó a los líderes de las comunidades ribereñas e indígenas de las fechas de realización. Además de la lancha se usaron dos barcos de diésel (uno propiedad de la Prelatura y otro alquilado) para desplazar a los líderes desde las comunidades ribereñas e indígenas a la ciudad de Tapauá.

La realización de este proyecto contribuye al desarrollo humano de las comunidades de Tapauá, cuyos derechos han sido violados en las últimas décadas. Las empresas que se dedican al extractivismo en la zona han invadido sus territorios y explotan a los ribeirinhos, haciéndoles trabajar en condiciones infrahumanas y con salarios injustos.

DSC00620

«Enlázate por la Justicia» -campaña de la que ARCORES España forma parte- recuerda en el Día Mundial de la Alimentación la importancia de una alimentación responsable y sostenible para impulsar un modelo productivo menos agresivo.

La alimentación mundial está siendo uno de los mayores retos para la conservación medioambiental y del compromiso con el cuidado de la Creación en la línea señalada por el papa Francisco en Laudato Si´. La celebración del Día Mundial de la Alimentación es ocasión idónea para poner el foco sobre los vínculos cada vez más estrechos que esta cuestión tiene con la protección de la biodiversidad y la defensa de las actividades agropecuarias de las pequeñas explotaciones familiares, que representan el 80% del total mundial.

En esta jornada, las entidades que impulsan la campaña “Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza” y que promueven la iniciativa “Enlázate por la Justicia” (ExJ) –Cáritas, CEDIS, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (Red de Entidades para el Desarrollo Solidario)— alertan de la amenaza que supone para la sostenibilidad el uso intensivo que, con fines productivos, hacemos de los recursos naturales, al tiempo que nos recuerdan que cada vez que decidimos qué comer también elegimos cuidar o destruir nuestro planeta.

CLAVES DE UN PROBLEMA GLOBAL

Con ese objetivo, ExJ ha publicado el documento titulado “ALIMENTACIÓN. Cada vez que decides qué comer también eliges cuidar o destruir nuestro planeta”, donde se hace un repaso intensivo a las claves de un problema global. Cabe señalar que el uso humano afecta directamente a más del 70% de la superficie terrestre libre de hielo y que las actividades agropecuarias, relacionadas principalmente con la producción de alimentos, ocupan el 49% del total de esta superficie (datos del informe “El cambio climático y la tierra” publicado en agosto pasado por el Panel Internacional de científicos para el Cambio Climático, IPCC por sus siglas en inglés).

La necesidad de alimentar a más de 7 mil millones de personas en la actualidad, y a más de 9 mil millones en 2050, según previsiones de la ONU, así como el aumento de la demanda de productos cárnicos, lácteos y alimentos procesados por parte de países cada vez más prósperos, como China o India, están conduciendo a un rápido cambio en el uso del suelo disponible.

El espectacular aumento de la producción de cereales y de carne de los últimos 50 años se ha basado en dos estrategias fundamentales: ampliar la frontera agrícola talando bosques y selvas, y mejorar la tecnología para producir más en cada kilómetro de tierra disponible. Si estas tendencias se mantienen, tanto el crecimiento de la población como el aumento de dietas con mayor consumo de proteína animal obligarán prácticamente a duplicar la producción para 2050.

Este uso intensivo y extensivo de la tierra, aparte de convertirse en uno los factores que más contribuyen al cambio climático (la producción agropecuaria produce el 30% de los gases de efecto invernadero), afecta muy directamente a las personas más pobres. Según el Banco Mundial, el 85% de las personas que sufren pobreza extrema vive en zonas rurales.

A partir de la década de 1960, con el inicio de la llamada “revolución verde”, tiene lugar un rápido proceso de cambio en el uso de las tierras y de intensificación del mismo, con la finalidad de producir más alimentos. Desde entonces, la producción de cereales se ha triplicado (240%), el volumen de agua para irrigación se ha duplicado (110%) y la población de ganado vacuno ha aumentado en más de un 60%.

En paralelo, la demanda de alimentos ha aumentado de manera constante, al tiempo que han ido cambiando las preferencias alimentarias de los consumidores. Las dietas van cambiando a nivel global para una población cada vez mayor, con un aumento significativo de productos cárnicos y alimentos procesados ricos en grasas e hipercalóricos. Además del enorme impacto ambiental emparejado, ello ha acabado por producir un problema de salud y ha contribuido a que cerca de 2 mil millones de personas sufran sobrepeso u obesidad.

Hay datos que ayudan a entender la dimensión de este problema como, por ejemplo, que solo 10 empresas controlen el 75% del mercado de semillas, que el 75% de la diversidad de cultivos haya desaparecido, que la agricultura utilice el 70% del agua dulce disponible y que producir 1 kg de carne de vacuno equivalga a producir 16 kg de cereales.

Como denuncia ExJ, según el último informe de la FAO (SOFI 2018) hay 821 millones de personas que sufren desnutrición crónica en el mundo. Y cuando se sabe, a la luz de todos los datos e informes, que existen alimentos suficientes para toda la población actual, la conclusión es que la persistencia del hambre en el mundo no es un problema de “producción” de alimentos, sino de accesibilidad a los mismos. Es un problema de distribución. Es un problema de justicia. Esto es lo que Juan Pablo II llamó la paradoja de la abundancia: “Hay comida para todos, pero no todos pueden comer, mientras que el derroche, el descarte, el consumo excesivo y el uso de alimentos para otros fines, están ante nuestros ojos”.

AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA FAMILIARES

En este contexto, ExJ destaca el papel fundamental que tiene la agricultura a pequeña escala, tanto en la producción de alimentos como en el sustento de las personas más pobres. Se trata de pequeñas explotaciones unifamilares que utilizan básicamente su propia mano de obra y que de este trabajo obtienen una parte considerable, y variable, de sus ingresos. Comprende el cultivo, la cría de animales, la actividad forestal y la pesca artesanal.

Según la FAO, más del 80% de todas las explotaciones del mundo tienen menos de dos hectáreas. Son granjas familiares que ocupan entre el 70% y el 80% de las tierras agrícolas. Se estima que hay 500 millones de pequeñas explotaciones agrícolas en los países en desarrollo, que sustentan a casi 2 mil millones de personas. Estas pequeñas granjas producen en torno al 80% de los alimentos consumidos en Asia y el África subsahariana. Además, unos 500 millones de pastores para subsistir dependen de la cría de ganado, y el 90% de los pescadores lo son en pequeña escala y abarcan la mitad de la producción de la pesca de captura.

CONCLUSIONES DE NUESTRO MODELO ALIMENTARIO

“Enlázate por la Justicia” constata en el citado documento, tras examinar nuestro sistema de producción y consumo de alimentos, que:

  • Nuestra manera de alimentarnos es ambientalmente insostenible, ya que el daño que produce a la tierra y a sus recursos es cada vez mayor e irreversible. Urge un cambio radical en nuestro sistema alimentario.
  • Nuestra manera de producir y consumir alimentos, junto una sobreabundancia de los mismos, produce hambre y malnutrición, que afecta especialmente a los más pobres.
  • Nuestros hábitos de consumo forman parte del sistema alimentario global y, por tanto, cada vez que decidimos qué comer, también elegimos cuidar o no nuestro planeta, cuidar o no a las personas más vulnerables.
  • Tenemos el compromiso de garantizar a las generaciones futuras una tierra fértil y en equilibrio, capaz de satisfacer, entre otras, sus necesidades alimentarias. Para ello, es preciso transformar nuestro sistema global de alimentos.

ExJ documenta dos casos paradigmáticos de malas prácticas en este modelo de producción agropecuaria. Uno es el de la vulneración del derecho a la Identidad Campesina y Soberanía y Autonomía Alimentaria en Vereda Chaparrito, Colombia, documentado por la REPAM (Red Eclesial Panamazónica); y otro el de las amenazas que pesan sobre el sector lácteo de la India amenazado por los nuevos tratados comerciales.

JUZGAR Y ACTUAR

En el marco del Día Mundial de la Alimentación, ExJ invita a analizar estos desafíos tanto a la luz del punto 4 del “Decálogo Verde” lanzado dentro de la campaña “Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza”, donde se invita a “Apreciarás la diversidad de nuestro mundo, como de la Laudato Si´: “El alimento que se desperdicia es como si se robara de la mesa del pobre” (cita 50).

Junto a ello, propone participar en una apuesta por una alimentación responsable y sostenible con gestos personales como, entre otros, comer más frutas y verduras, y menos carne y lácteos; desperdiciar menos alimentos; optar por productos de comercio justo y por una alimentación estacional y de proximidad; unirse a grupos de consumo; y fijarse en el origen de los alimentos que consumimos.

#conectalimentaciónpobreza

Más información en https://www.enlazateporlajusticia.org/

proceso de construcción 13

El proyecto de mejora de las condiciones de agua potable y fortalecimiento de capacidades sanitarias que ARCORES España y ARCORES Perú comenzaron hace algo menos de un año -con la colaboración del Gobierno de La Rioja- en las comunidades de Surumayo Alto y Surumayo Bajo continúa avanzando según lo previsto. Las familias campesinas de la región de Conchán ya han recibido capacitaciones, a la vez que prosigue la construcción de los sistemas de agua potable.

Por petición de las autoridades de la región y las comunidades, ARCORES Perú ha aumentado de 129 a 137 las familias beneficiadas por el proyecto. Muchas de ellas ya han recibido hasta dos visitas del equipo técnico de ARCORES Perú. En todas las visitas se ha evaluado la higiene y el entorno de la vivienda, así como los hábitos de higiene personal.

Asimismo, se han realizado dos reuniones participativas en las que la población ha podido conocer la finalidad del proyecto y recibir formación sobre hábitos de higiene. Las dos sesiones trataron sobre vivienda saludable y cuidado del agua y medioambiente.

Desde marzo se están construyendo los dos sistemas de agua potable que servirán para el abastecimiento humano de las comunidades de Surumayo Alto y Surumayo Bajo. La construcción avanza aproximadamente al 50%.

El proyecto está siendo posible gracias a la financiación del Gobierno de La Rioja y el trabajo de los equipos de ARCORES España y ARCORES Perú

IMG 20190715 230226

Carmen Montejo es voluntaria de ARCORES España. Durante dos semanas realiza su experiencia de voluntariado internacional en Bajos de Haina. Es el cuarto año consecutivo que viaja hasta República Dominicana para colaborar en el Dispensario Médico San Agustín. En este artículo explica su experiencia en la segunda semana de voluntariado.

«Al final del camino me preguntarán, -¿has  vivido?, ¿has amado?, y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres.»
Pedro Casaldáliga

Finaliza mi segunda semana aquí en Bajos de Haina, los días han pasado volando. Me ha venido a la cabeza ese poema de Casaldáliga al ponerme a escribir esta crónica, pues creo que el voluntariado es, más que nada, una experiencia de encuentro, de encuentros con personas, de nombres en el corazón que transforman el corazón…,más que una tarea o una actividad más o menos útil.

Así que os voy a contar algunos encuentros de estos días aquí. Los días comienzan a las 6:00h am en la capilla, rezando laudes con la comunidad de agustinos recoletos (Cruz, Arturo y Jaime), primer encuentro con el Dios hainero, que camina a mi lado, compañero, primera conversación sin palabras, le pido saber verlo en cada persona de ese día, en cada paciente, y tratarlos con ternura, más que otra cosa, ser tierna…este pueblo, esta gente tan dulce, tan de corazón, con sus abrazos me «ablandan», me hacen sensible y me hace bien.

El la mesa compartiendo comidas y cenas (que nos prepara Raysa con todo cariño), en los trayectos a las comunidades, algunas tardes en la terraza, conversamos y compartimos la vida cotidiana, las noticias, las historias y los proyectos…agradezco mucho el reencuentro con Cruz, la entrega creativa de su vida, sus proyectos y energía, su radicalidad…también haber podido conocer a Arturo, su acogida generosa y buen trato y la llegada de Jaime esta semana desde Colombia, para quedarse, ligero de equipaje, ilusionado y disponible.

En el Dispensario he podido atender bastantes pacientes, algunos me duelen…una niña de cuatro años con sospecha de abuso sexual intrafamiliar (no quiero contar detalles), una hahitiana de apenas 18 años que acude por primera vez pasadas las 20 semanas de gestación y que al pedirle la analítica y la ecografía me dice que no tiene cuartos, una adolescente de 15 años (la edad de mi hijo mediano) embarazada, acompañada por su prima, un niño de 13 años con sospecha de fiebre tifoidea, varios niños pequeños con fiebre alta por dengue con leucocitos y plaquetas bajas, a los que repito el hemograma cada día, varios pacientes jóvenes con hipertensiones severas, a los que insisto en que deben tomar la medicación…duelen, porque es injusto, porque tienen enfermedades relacionadas con la pobreza.

Reencuentros alegres con Reynita, con Charo, con Dominga, con Mayra, con Viviana, con Celestina, con Vianneris, con Sheila, Elisabeth, Celsa, Manicia, Israel, Rodmary…compañeras del Dispensario, nos preguntamos mutuamente por la familia, por los padres y maridos, por los hijos…compartimos algún café,  algunas preocupaciones y algunas risas también…de manera informal y tambien en alguna charla de formación como la que nos dió la dra Jasmin, diabétologa, en la que pudimos intercambiar conocimientos y experiencia sobre los tratamientos aquí y allá…

Helen, la sonografista, que acaba de perder a su mamá, me invitó a comer, conocer su casa y su familia, compartir su comida y el relato de cuidados a su madre fallecida y antes a su padre, me muestran la hospitalidad de esta gente, donde siempre siempre hay sitio para uno más, para el otro.

Pude participar «en persona» en una reunión del Círculo Teológico, éste es un ámbito de reflexión crítica en el que aprendemos y compartimos, sobre temas de teología que lleva cuatro años en marcha. La primera reunión coincidió con mi estancia aquí hace cuatro años, después he participado online en sus reuniones mensuales. Para mí además es un lugar de arraigo aquí en la RD. Nos reunimos, Reyna, Carmen, Cruz, Tony, Claudia, y yo. Nos comprometimos a intentar ampliar el Círculo y seguir manteniendo nuestras reuniones.

Radamés, Florencio, Vivito, Jenny, Misael, Lucy, Junior, Bernarda…son personas de la parroquia con las que me he reencontrado en distintas reuniones, de esas en las que se comparte y se proyecta la fe y la vida. No ha faltado una escapada a la capital, a cenar a un buen restaurante gallego, para celebrar el cumpleaños de Nena, con Reyna y Cruz. ¡No me puedo quejar!

Pensando en coger el avión mañana, de vuelta a casa, me consuela que sé que el año que viene, Dios por delante, como dicen aquí, volveré, porque esta es un poco mi casa, mi trabajo, mi parroquia y mi pueblo…

¡Abrazos haineros!

Carmen Montjeo

Carmen Montejo es voluntaria de ARCORES España. Durante dos semanas realiza su experiencia de voluntariado internacional en Bajos de Haina. Es el cuarto año consecutivo que viaja hasta República Dominicana para colaborar en el Dispensario Médico San Agustín. En este artículo explica su experiencia en la primera semana de voluntariado.

Aterricé en el aeropuerto de Las Américas de Sto Domingo el 13 de julio, ya de noche, me recibieron una bocanada de calor húmedo que rápidamente te recuerda que has llegado al trópico, y un abrazo del padre Cruz, agustino recoleto, que me vino a buscar. Ya es el cuarto año que vengo.

A un poco más de una hora, pasando la capital, está Bajos de Haina, en la provincia de san Cristobal. Enseguida percibes el «caos hainero», imposible de describir, tal cantidad de coches, camiones y motores (como se dice aquí a las motocicletas), pasando literalmente a la vez por calles y cruces, junto con una multitud  de personas sobre todo jóvenes, en un ambiente de ruido, música, colores, humos, luces…es pura vida que bulle. Aquí en Haina se vive de milagro, Dios está presente. Llegamos a casa en la parroquia San Agustín, ya la siento un poco mi casa y mi habitación. Saludo al padre Arturo, que este año ha comenzado a vivir aquí.

Al día siguiente es domingo y tras desayunar piña, mango, jugo de chinola. Celebramos la eucaristía en la parroquia, toca la lectura del » Buen Samaritano’,  me alegro, no hay otra mejor para centrar mi experiencia estos 15 días aquí: «para eso estamos, para sanar al otro» dice Cruz en la homilía…disfruto con la participación, con los cantos, y casi bailes, con los saludos y los abrazos, éste es un pueblo entrañable que celebra la fe y la vida.

Ese domingo pude asistir a una reunión con un grupo de prejuveniles que tienen entre 16 y 18 años y forman parte de la pastoral social de la parroquia, coordinan los apadrinamientos de ARCORES, revisan cada caso, las notas de cada niño, las cartas a los padrinos, la distribución del dinero…me encanta como asumen esta responsabilidad de forma comunitaria y el compromiso social desde tan jóvenes.

Al día siguiente, lunes comienza mi tarea en el Dispensario Médico, también dependiente de la pastoral social de la parroquia. El horario de atención a los enfermos es de 8:00 a 12:00 horas y de 14:00 a 17:00. El Dispensario ofrece consultas de medicina general, odontología, laboratorio y ecografías a diario, y otras especialidades algunos días por semana. Estos 15 días yo sustituiré a una doctora de medicina general que está de vacaciones.

El Dispensario atiende a pacientes con pocos recursos que de otro modo no podrían acceder a un servicio de calidad, pues la sanidad pública es deficiente y no tiene una cobertura universal. Hay múltiples aseguradoras que ofrecen servicios dependiendo de lo que el paciente pague.

Un porcentaje importante de los pacientes son inmigrantes haitianos, la población más vulnerable en la República Dominicana, los pobres de los pobres. También atendemos muchas mujeres jóvenes y niños.La patología es diferente a la que yo estoy acostumbrada: diarreas por parásitos, infecciones de la piel como tiñas y sarna, enfermedades de transmisión sexual, este mes hay alerta por brote de dengue…

Tengo que consultar en ocasiones a las compañeras sobre el manejo y el tratamiento, supone un aprendizaje para mí, también compartimos conocimientos y experiencias, es muy enriquecedor.

Hacemos seguimiento del embarazo. Los embarazos en adolescentes, tan numerosos, son un problema grave. También son prevalentes los factores de riesgo cardiovascular, sobre todo hipertensión arterial y  diabetes, es difícil su seguimiento porque los pacientes abandonan los tratamientos por no poder pagar los fármacos.

Agradezco que ser médico me permite acercarme a los pacientes y a sus relatos, pues preguntando por un síntoma, sale la vida de cada día, del trabajo, de las circunstancias personales y familiares… Intento acogerles con respeto y delicadeza, y dejarme empapar por esta realidad, su realidad. La impotencia es grande, como comentábamos un día comiendo en casa con Arturo y Cruz. El jueves 18 de julio celebramos los 24 años desde la inauguración del Dispensario en 1995.

Por las tardes, a la salida del Dispensario, y el fin de semana, participo en las reuniones y encuentros propios de la Parroquia, aquí en casa, en el salón parroquial, o en las comunidades. En esta parroquia la participación de los laicos y la misión compartida es una realidad que se palpa, y no solo un concepto teórico.

Para ello cuenta con consejos de comunidades y parroquial, equipos parroquiales como los de catequesis, animadores de asamblea, liturgia, equipo económico, de pastoral social, grupo de jóvenes..que desarrollan su trabajo para animar e integrar la vida de las comunidades, y sus acciones por el bien  común. Organizan fiestas y encuentros, como la kermesse o las patronales, y también dan mucha importancia a la formación teológica, pastoral, ecológica, social (análisis de la realidad)… de todos, para poder crecer en autonomía y responsabilidad.

Se recuerdan la necesidad de visitar a los ancianos y enfermos de cada comunidad y estar atentos a las necesidades de las personas… de nuevo, pura vida… en Comunidad. El sábado 20 participé en una reunión con Cruz y una persona de la administración del Dispensario para empezar a implementar un Proyecto de Atención Integral a Adolescentes Embarazadas en el Dispensario, con el que ARCORES colabora en su financiación.

Este proyecto parte de la Pastoral Social de la Diócesis de Baní, que coordina Cruz, y pretende ser un piloto para que otros dispensarios lo pudieran llevar a cabo también. Ciertamente es muy incipiente pero es una gran alegría poder colaborar en algo tan significativo y con tanto impacto para este pueblo.

Es muy satisfactorio también ser testigo de primera mano de cómo se trabaja a ambos lados de un proyecto, allí en Madrid en la oficina de ARCORES, y aquí en la realidad local, todos a una, por un sueño común de transformar vidas.

¡Abrazos desde el Caribe!

Carmen Montejo