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ARCORES España ha concluido su trabajo por el desarrollo humano en el municipio de Tapauá (Brasil), con el apoyo del Ayuntamiento de Valladolid. Desde principios de 2019, las comunidades urbanas, ribereñas e indígenas del río Purús -en el Amazonas- han recibido formación sobre sus derechos, de forma que sean capaces de defender sus territorios y de avanzar hacia sociedades justas.

Dentro del proyecto Microacciones de apoyo al desarrollo humano en las comunidades urbanas, ribereñas e indígenas del río Purús, municipio de Tapauá, Amazonas, se han realizado dos cursos en la ciudad de Tapauá para los líderes de las comunidades, urbanas, ribereñas e indígenas: ‘Derechos, participación política y ciudadanía’, y ‘Regularización de las tierras resolución de conflictos y extractivismo controlado, no invasivo y sostenible’.

La ejecución del proyecto, cofinanciado por el Ayuntamiento de Valladolid, ha contribuido a fortalecer la formación, información y el desarrollo de habilidades de 65 líderes de las comunidades más pobres del municipio de Tapauá, permitiéndoles luchar por la defensa de sus derechos (salud, educación, vivienda, patrimonio de tierras, cultura, costumbres, etc.) y de la realización de un extractivismo sostenible de la selva amazónica.

Para el desarrollo de ambos cursos ha sido necesaria la utilización de una lancha de gasolina con la que se informó a los líderes de las comunidades ribereñas e indígenas de las fechas de realización. Además de la lancha se usaron dos barcos de diésel (uno propiedad de la Prelatura y otro alquilado) para desplazar a los líderes desde las comunidades ribereñas e indígenas a la ciudad de Tapauá.

La realización de este proyecto contribuye al desarrollo humano de las comunidades de Tapauá, cuyos derechos han sido violados en las últimas décadas. Las empresas que se dedican al extractivismo en la zona han invadido sus territorios y explotan a los ribeirinhos, haciéndoles trabajar en condiciones infrahumanas y con salarios injustos.

56 nuevas cocinas mejoradas en La Jayua (Perú)

El equipo de ARCORES Perú inauguró y bendijo el pasado 19 de junio las nuevas 56 cocinas mejoradas instaladas en la comunidad de La Jayua, en Cutervo (Perú). El equipo fue recibido por las autoridades y personas de la comunidad, que esperaban con alegría a todos los responsables de ARCORES.

Una vez celebrada la eucaristía de acción de gracias, como pidió la comunidad, se desarrolló el programa previsto para la inauguración. Las autoridades, el presidente de la obra, el agente municipal y el teniente gobernador agradecieron la labor de la Red Solidaria Internacional en su comunidad. Por parte de ARCORES dirigieron unas palabras a la comunidad la contadora, el maestro de obra, el responsable de proyectos y el presidente.

Lo más notable de la celebración fue la bonita participación de los alumnos, quienes declamaron cuatro poesías y posteriormente representaron un pequeño teatro en el que mostraron la forma antigua de cocinar en tulpas y el adelanto que constituye las cocinas mejoradas instaladas por ARCORES. Fue un ejemplo práctico y muy bien representado por los niños.

La obra se ha llevado a cabo con la ayuda de ARCORES España y el Ayuntamiento de Arnedo, así como por ARCORES Perú. El proyecto ha tenido un coste total de S./52.310.00.

ARCORES participa en el encuentro de presidentes de la Coordinadora de ONG de Castilla y León

El presidente de ARCORES España, Simón Puertas, participó el pasado sábado en el I Encuentro de presidentes de la Coordinadora de ONG de Castilla y León, que tuvo lugar en Valladolid. Junto a otras 19 organizaciones sin ánimo de lucro, ARCORES España compartió su experiencia y su labor en España y en el mundo.

En el encuentro, Simón Puertas dio a conocer el trabajo que se está haciendo. Asimismo, pudo conocer las líneas de trabajo que se están llevando a cabo en la coordinadora, sobre todo en lo referido a la elaboración de un plan regional de Educación para la Ciudadanía Global.

Además, fue presentado el estudio de las ONGD de la Coordinadora, que en el ámbito regional está permitiendo trabajar con las administraciones de cara a lograr mejores convocatorias de ayudas y a ser reconocidos como interlocutores en temas relacionados con la cooperación al desarrollo.

Un plan para proteger, prevenir y educar al menor

Las redes agustinas recoletas ARCORES y EDUCAR han puesto en marcha un ambicioso plan de protección del menor durante este año en los diez centros educativos agustinos recoletos de España

Dentro de su compromiso con la educación y la formación de los menores, la Orden de Agustinos Recoletos ha presentado este viernes el Plan de Protección del Menor que ha comenzado a implantarse en los diez centros educativos agustinos recoletos de España. La Red Solidaria Internacional Agustino Recoleta ARCORES y la Red Educativa Internacional Agustino Recoleta EDUCAR han desarrollado este ambicioso plan que pretende crear en sus centros espacios seguros.

En un encuentro informativo en el Colegio Agustiniano de Madrid, el consejero general de la Orden de Agustinos Recoletos y presidente de ARCORES y EDUCAR, P. Antonio Carrón, ha afirmado que este plan “busca dar un paso más en la educación integral que ofrecemos a nuestros alumnos”. En este sentido, Carrón ha asegurado que, incluso el Papa Francisco en su última exhortación Christus Vivit, ha pedido trabajar en esta línea y “hacer autocrítica”.

El objetivo del Plan de Protección del Menor es implantar la cultura del buen trato en la comunidad educativa. De esta forma, se busca incrementar la concienciación en los alumnos, las familias y el personal de los centros para que sean capaces todos de prevenir de forma efectiva los posibles casos de maltrato o abuso en las aulas o fuera de ellas.

El Plan es un proyecto sistematizado; un proceso que incluye formación y educación en el buen trato. Para ello, se trabaja en red entre ARCORES, EDUCAR y todos los centros educativos, así como con otras organizaciones como el Centro de Protección de Menores de la Universidad Pontificia Gregoriana, que se encarga de la formación.

El proyecto se dirige a toda la comunidad educativa: alumnos, familias y personal del centro. Aproximadamente 9.000 alumnos, 6.000 familias y 500 docentes y no docentes, recibirán formación sobre protección y derechos de menores.

Asimismo, esta iniciativa incluye la creación de estructuras, identificación de riesgos y protocolos de protección en el entorno escolar. En todos los centros educativos se creará una comisión de protección del menor que estará formada por un coordinador y representantes de alumnos, padres y personal del centro.

El plan ha comenzado a implantarse en España y, una vez concluido y analizado, se extenderá a los 22 países en los que está presente la familia agustino recoleta. En España, el plan se ha empezado a trabajar en los centros agustinos recoletos de Madrid, Valladolid, Zaragoza, Guadalajara (dos centros), Granada (tres centros) y Chiclana de la Frontera (Cádiz). En la Residencia Agustiniana de Salamanca, el proyecto solo se implantará para el personal ya que solo hay trato con algunos menores hasta que cumplen la mayoría de edad.

El proyecto se encuentra en la primera de tres fases. Hasta el momento se ha formado al 100% del personal de los centros, al 70% de los alumnos y al 50% de las familias, y se ha completado la mitad de la formación para los coordinadores de la comisión de protección.

Lino Iglesias, coordinador del proyecto, ha explicado que era necesario “abordar este asunto de forma profesional” y que se intenta dotar de herramientas para proteger y prevenir el ciberbulling u otro tipo de abusos.

También ha intervenido P. Manuel Beaumont, director del Colegio Agustiniano, quien ha expuesto los avances en su centro -han sido formadas familias y personal- y ha asegurado que “el colegio está comprometido en esta protección”.

La sangre que hay detrás de un teléfono móvil

¿Te has preguntado alguna vez cuál es la realidad que se esconde detrás de un objeto de uso cotidiano como es tu smartphone? ¿Sabías que producir un kilo de coltán, un mineral indispensable para fabricar teléfonos móviles, le cuesta la vida a dos personas en la República Democrática del Congo?

Denunciar los abusos sociales y medioambientales que se cometen tanto en el proceso de fabricación como en el uso diario de nuestros móviles es el objetivo que las entidades que impulsan la campaña “Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza” y que promueven la iniciativa “Enlázate por la Justicia” –Cáritas, CEDIS, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (Red de Entidades para el Desarrollo Solidario)— se proponen con motivo de la celebración, el 5 de junio, del Día Mundial del Medio Ambiente.

En la última década, los teléfonos móviles han pasado a dominar nuestra vida cotidiana. Su venta se ha incrementado exponencialmente en todo el mundo, sobre todo los denominados smartphones. Si en 2007, casi nadie tenía un teléfono inteligente, en 2019 están en todas partes. De hecho, a nivel mundial, casi dos de cada tres personas de entre 18 y 35 años poseen uno y, en sólo 10 años, se han producido más de 7.000 millones de estos dispositivos, aproximadamente el mismo número de habitantes que hay en el planeta.

Y aunque estos teléfonos de última generación pueden ser inteligentes, elegantes, pulcros, rápidos (que es la traducción del término inglés “smart”), dependen de elementos físicos sin los cuales no sería posible su fabricación ni su funcionamiento. Del mismo modo que en su producción son necesarios diversos materiales (plástico, cristal, cerámica) y materias primas (metales, como el aluminio y el hierro, y minerales, como las tierras raras), la “nube” donde se almacena la información digital no existiría sin los lugares del planeta donde se ubican los superordenadores que la mantienen.

Costes sociales y ambientales

Además de un precio económico, los móviles tienen importantes costes sociales y medioambientales. Un móvil estándar contiene entre 500 y 1.000 componentes distintos. La extracción y procesamiento de estos componentes generan unos 75 kg de desperdicios por teléfono. Algunos de estos elementos son recursos caros y escasos, y están relacionados con abusos sociales y medioambientales. El impacto ambiental de la producción de smartphones es tan alto que para compensar las emisiones de gases efecto invernadero tendríamos que usar cada dispositivo entre 33 y 89 años. Sin embargo, en Europa se renueva cada año alrededor del 40% del parque de móviles existentes, lo que suponen unos 18 millones de móviles sólo en España.

Si bien la vida útil de un aparato es de unos 10 años, batería aparte, el tiempo medio de utilización se sitúa entre el año y medio y los dos años y medio. Poco parecen preocuparnos los impactos a largo plazo de la eliminación de esta basura tecnológica, un problema global que se hace patente en las exportaciones de aparatos electrónicos usados a terceros países, especialmente de Asia y África, que no están preparados para la gestión de estos desechos.

Brecha digital

“Enlázate por la Justicia” pone el acento, también, en la brecha digital que conlleva el uso del smartphone, al convertirse en un indicador más de la diferenciación social. El problema moral más serio causado por las nuevas tecnologías de la comunicación es el acceso desigual a la información que existe actualmente y que estimula el surgimiento de una nueva clase, la de los ricos en información, capaces de acceder sin limitaciones geográficas o económicas a las redes móviles de internet.

La conocida como brecha digital se da principalmente en los países africanos, donde aunque se posean teléfonos móviles, se está lejos todavía de procurar un acceso mayoritario a la red a través de los mismos. En la actualidad (marzo de 2019) tan solo el 35,9% de los ciudadanos africanos cuentan con acceso a internet, frente al 86,6% si hablamos de los europeos y un 89,1% si se trata de residentes norteamericanos. A menos que se haga algo al respecto, la creciente brecha entre los países subconectados y los hiperdigitalizados se ensanchará, lo que agravará las desigualdades que ya existen.

El nivel de digitalización puede incluso influir en la capacidad de los países para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y enfrentar desafíos como el hambre, las enfermedades y el cambio climático. Por eso, es necesario un mayor esfuerzo para apoyar a los países en sus intentos de integrarse a la economía digital.

Junto a la introducción constante de nuevas funciones que facilitan y agilizan nuestra vida diaria, lo que refuerza nuestra dependencia de esa tecnología, cabe subrayar la exposición a la presión publicitaria, modas y cambios estéticos a las que nos somete. Cada vez surgen más accesorios para estos teléfonos, lo que fomenta una dinámica de extractivismo de materias primas necesarias para la producción de los mismos y que tienen componentes minerales, extraídos de zonas ricas en recursos naturales. Esta demanda excesiva provoca la merma de las condiciones laborales y de seguridad de los lugares de procedencia, y el deterioro ambiental de los mismos.

Otro problema es el creado por el cambio de las relaciones personales y el auge de las adicciones provocadas por su utilización. De hecho, el uso de internet y teléfonos móviles de forma compulsiva, repetitiva y prolongada actualmente es considerado como una adicción, ya que supone una incapacidad para controlar o interrumpir su consumo, con serias consecuencias sobre la salud, la vida social, familiar, escolar o laboral. Añadamos a ello el poder que otorgamos con nuestro consumo diario a grandes empresas tecnológicas como Apple, Amazon, Google, Microsoft, Samsung, Huawei, Tencent, Taobao, etc.

Los casos de Congo, Ghana y la Amazonía

Los efectos sociales y medioambientales de la producción de tecnología digital vinculada a los smartphones tienen nombres y apellidos. “Enlázate por la Justicia” pone el foco en tres puntos geográficos concretos: la República Democrática del Congo, Ghana y la Amazonía.

La comunidad de Manguredjipa, en el territorio de Lubero de la provincia de Kivu Norte, de la R.D. Congo, un país muy rico en recursos naturales, está en el “ojo del huracán” al ser una región productora de cobalto, cobre, uranio, oro, diamantes, casiterita y coltán. La explotación y el contrabando de este último se debe a la enorme demanda internacional de productos electrónicos, especialmente de la tecnología móvil, en la que es imprescindible el tantalio, que se extrae del ya citado coltán. El 80% de las reservas mundiales de este mineral se encuentran en el este del Congo y su explotación está ligada a la violación de derechos humanos, la destrucción del medioambiente y la financiación de los conflictos existentes en la región. Se estima que la extracción de cada kilo de coltán le cuesta la vida a dos personas en Congo.

Agbogbloshie es un barrio de Accra, la capital de Ghana, donde viven unas 40 mil personas bajo condiciones de extrema pobreza. Desde hace una década, esa zona urbana es también uno de los cementerios de basura electrónica procedente de Europa y Norteamérica más grandes del mundo. Este lugar se considera uno de los lugares más contaminado del continente africano, principalmente por metales como plomo, berilio, cadmio o mercurio. Un estudio de la ONU en el 2014 reflejó que en Agbogbloshie la concentración de plomo en el suelo llega a superar mil veces el nivel máximo de tolerancia. Familias enteras, incluidos niños y niñas, trabajan 12 horas al día en este vertedero, un oficio en el que ganan más de dos euros al día, que duplica el salario mínimo en el país. Naciones Unidas ha incluido a Agbogbloshie en la lista de los sitios más peligrosos del mundo para vivir.

La Amazonía es otro de los escenarios donde se sufren los efectos medioambientales de la extracción minera relacionada con las nuevas tecnologías. Esta actividad ha supuesto enormes perjuicios a la población indígena y destrucción ambiental tanto en Brasil como Venezuela, sobre todo en la región de los ríos Orinoco, Mucajai, Parima y Catrimani.

En la época de auge de explotación de oro, que también está presente en los teléfonos móviles, cerca del 20% de la población Yanomami murió a causa de enfermedades, hambre, violencia y otros impactos generados por la minería ilegal. Debido a la falta de control de esta actividad, los territorios indígenas enfrentan graves peligros de destrucción, contaminación de agua, acumulación de residuos sólidos no biodegradables, afectando no solo a la naturaleza y a los hábitats de diversos animales sino a la forma de vida de estas comunidades indígenas.

Signos de esperanza

La entrada en vigor en toda la Unión Europea, en enero de 2021, del Reglamento sobre los minerales en zonas de conflicto abre una ventana a la esperanza, ya que se marca como objetivo el contribuir al control del comercio de los metales estaño, tantalio, tungsteno y oro (3TG). Con ello, se pretende garantizar que los importadores europeos de 3TG cumplan las normas internacionales responsables de abastecimiento establecidas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, y que las fundiciones y refinerías de 3TG de todo el mundo se abastezcan con responsabilidad; contribuir a romper el vínculo entre conflicto y explotación ilegal de minerales; y ayudar a acabar con la explotación y los abusos contra las comunidades locales, incluidas las personas que trabajan en las minas, y fomentar el desarrollo local. Sería deseable que este Reglamento obligatorio se fuese ampliando a otras materias primas y a toda la cadena de suministro.

El marco de referencia inicial es la Guía de Diligencia debida de la OCDE (2011), que establece una serie de recomendaciones para que las empresas se comprometan a hacer un autodiagnóstico voluntario sobre el origen de los minerales que utilizan y a publicar esa información en sus informes anuales o sitios web.

Actuar en clave personal y comunitaria

Junto a ello, las entidades Cáritas, CEDIS, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y REDES (Red de Entidades para el Desarrollo Solidario) invitan en el Día Mundial del Medio Ambiente a actuar en clave personal y comunitaria para impulsar medidas transformadoras, que pasan por hacer un uso austero, racional y sostenible de estos dispositivos.

Un buen comienzo pasa por observar el principio “Superarás el paradigma tecnocrático” del Decálogo Verde lanzado dentro de la campaña “Si Cuidas el Planeta, Combates la Pobreza”. Y por escuchar las palabras de Francisco en Laudato Si´: “Es posible volver a ampliar la mirada, y la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla y colocarla al servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social, más integral”.

La ONG La Esperanza, nuevo miembro de ARCORES España

La ONG La Esperanza de Lodosa, vinculada a la familia agustino recoleta, se ha convertido en nuevo socio ordinario de ARCORES España. Así lo decidieron los socios de la asociación el pasado sábado en su asamblea ordinaria celebrada en la Parroquia Nuestra Señora de Loreto, en Madrid.

De esta forma la ONG La Esperanza se convierte en el séptimo socio ordinario junto a la Provincia San Nicolás de Tolentino, la Provincia Santo Tomás de Villanueva, la Provincia Nuestra Señora de la Candelaria, las Misioneras Agustinas Recoletas, la Fraternidad Seglar Agustino Recoleta, las Juventudes Agustino Recoletas y la ONG AyudaFortaleza.

Asimismo fue aprobada la nueva conformación de la Junta directiva en la que pasan a formar parte Javier Ojeda Izquierdo como tesorero y Maricela Valles como vocal representante de la Fraternidad Seglar Agustino Recoleta.

Los socios aprobaron además la memoria económica y la memoria de actividades de ARCORES España en 2018. Ambas serán publicadas próximamente. En la asamblea, en la que participaron más de una treintena de personas, se establecieron las altas y bajas de la asociación, estableciendo en 124 el número de socios colaboradores, siete socios ordinarios y 1223 donantes y padrinos.

En la línea del plan de acción, se animó a los socios de ARCORES a activar la acción social de la familia agustino recoleta en España, a promover la actividad de las delegaciones, a hacer nuevos socios, a promover el voluntariado internacional de ARCORES y a participar más activamente en la transformación social a partir del cuidado del medioambiente.

comunidades ribereñas

La labor de la Red Solidaria Internacional Agustino Recoleta ARCORES en Brasil y Venezuela será fortalecida gracias a la ayuda económica que el Ayuntamiento de Valladolid ha realizado a ARCORES España. En total, el consistorio ha aprobado la concesión de cerca de 16.000 euros para dos proyectos en Brasil y Venezuela.

Por un lado, ha concedido 7.693 euros para las microacciones de apoyo al desarrollo humano que ARCORES Brasil realiza con las comunidades urbanas, ribereñas e indígenas del río Purús, en Papapúa (Brasil). El objetivo de este proyecto es favorecer el desarrollo de las comunidades cercanas al río Amazonas a través de formación. En total 7.240 personas se verán beneficiadas con este proyecto.

En Venezuela, la donación del Ayuntamiento de Valladolid permitirá garantizar la continuidad de las ollas comunitarias que realiza ARCORES Venezuela en Los Teques y que atiende más de 600 personas. Para esto, el consistorio aporta 8.273 euros.

El Ayuntamiento de Pamplona colabora con el proyecto

El Ayuntamiento de Pamplona ha concedido 29.596 euros a ARCORES España en su convocatoria anual para proyectos de cooperación internacional al desarrollo. La aportación será destinada íntegramente para la construcción de diez baños de obra en diez de los hogares y seis fosas sépticas conectadas a doce hogares para la depuración de aguas negras, dentro del proyecto del barrio «Terra Solidária» en Lábrea (Brasil).

Esta nueva donación del Ayuntamiento de Pamplona permite continuar con el macroproyecto de agua y saneamiento para 103 hogares incluidos dentro del programa de casas comunitarias de Lábrea (Amazonas, Brasil). Estas casas se han entregado previamente a familias sin recursos o en situación de infravivienda, dentro de un amplio programa social de asistencia integral que incluye aspectos educativos, de prevención sanitaria, cuidado de los mayores y de los menores, mantenimiento de la vivienda y empoderamiento de la comunidad local mediante el asociacionismo.

El nuevo proyecto ha dotado a este barrio de nuevas redes completas de agua potable y de saneamiento. La primera fase, con la captación, almacenamiento, potabilización y distribución de agua por nuevas redes ya ha sido completada. Ahora mismo, con la ayuda de financiadores como el Ayuntamiento de Pamplona, se procede a realizar la segunda fase, que contempla las redes de saneamiento y los baños.

La construcción de los baños y las fosas sépticas comenzó a principios de enero y concluirá a final de 2019. Con esto, ARCORES España y el Ayuntamiento de Pamplona verán reducidas las incidencias de enfermedades infecciosas y parasitarias. En total 12 familias brasileñas de Lábrea se verán beneficiadas con esta nueva fase del macroproyecto de agua y saneamiento.

CENTRO CULTURAL 32

El Ayuntamiento de Arnedo ha concedido dos ayudas económicas de más de 6.000 euros cada una para la labor de ARCORES en el Lar Santa Mónica, en Brasil, y en Chota, Perú. La alcaldía del municipio de La Rioja ha aprobado dos subvenciones que tendrá a cerca de 800 niñas y familias de estos lugares como beneficiarias.

El primero de los proyectos trabajará por mejorar los recursos psicosociales del Lar Santa Mónica, que atiende y da hogar a niñas menores de edad en riesgo de violencia sexual en Fortaleza (Brasil). Para esto, el Ayuntamiento de Arnedo ha aportado en total 6.295 euros.

En Perú, ARCORES trabaja en la construcción de cocinas mejoradas en las comunidades de Pampa Grande y La Jayua, en Chota. En estos lugares, las familias viven en casas con condiciones insalubres. Sus cocinas están hechas con barro y otros materiales. Las cocinas mejoradas incluyen todo lo necesario para que sus alimentos sean cocinados de forma segura y saludable. El Ayuntamiento de Arnedo ha donado para ello 6.475 euros.

Es el primer premio que recibe la Red Solidaria desde su lanzamiento en el año 2017

La Red Solidaria Internacional Agustino Recoleta ARCORES ha sido premiada por la Fundación Botín de España dentro del Programa ‘Talento Solidario’, que reconoce a las entidades sin ánimo de lucro que tienen un proyecto innovador en el ámbito social. El proyecto de ARCORES ha resultado ganador entre 413 solicitudes de organizaciones sociales, de las cuales la Fundación Botín ha seleccionado 12 entidades.

ARCORES recibirá 20.000 euros, los cuales la Fundación Botín apoyará con su trabajo para llevar adelante con éxito algún apartado del proyecto en el que se necesite apoyo.

Este premio de la Fundación Botín supone un espaldarazo al proyecto de impulso de la solidaridad de la familia Agustino Recoleta, ya que se ha visto sometido al escrutinio de un jurado formado por una docena de expertos del sector social, que han apreciado su potencial de innovación social y de desarrollo.

La red Talento Solidario ayudará a ARCORES en los próximos dos años a realizar el cambio cultural que supone pasar a trabajar en red internacional, multidisciplinar interconectada, mediante la colaboración de profesionales expertos en comunicación en entornos internacionales complejos, herramientas de trabajo colaborativas y planeación estratégica.

Premio Talento Solidario